martes, 20 de julio de 2010

Conexión

Nuevamente volví a recibir correo de mi familia augsburguesa.
Y es que, no os podéis hacer una idea de lo estresante que es no saber que se le pasa a aquella gente por la mente, si se habrán arrepentido, si todo seguirá según lo planeado...
Me demostraron ser gente con los pies en la tierra, calculadores, organizados y consecuentes...pero siempre queda esa espinita, cuando tu esperas algo con un ansia inhumana, mientras que para ellos es un trámite más.

Su au pair actual sigue hablando maravillas de ellos, y me gusta, porque mantener la misma opinión durante los casi 10 meses que ella lleva allí, debe ser algo bueno.

Es algo a lo que os animo que hagáis si estáis esperando para marcharos de au pair: hablad con la persona que haya estado alli antes. A esa persona no tendrás reparos en preguntarle tantas tonterías como se te ocurran, y que a lo mejor, a la familia os da apuro preguntar por miedo a que crean que eres un desastre y decidan seguir buscando (como me dijo a mi una familia british por preguntarles que porqué sus hijos gemelos iban a colegios distintos y si tendría que ir a recogerlos a la vez, porque efectivamente salían a la misma hora)

A lo mejor mi personalidad quasi-germánica me ha metido en este lío y en este tedioso tiempo de espera (es que soy muyyy previsora y contacté con mi familia por primera vez en noviembre jajaja),pero en el fondo estoy satisfecha de cómo he desarrollado las cosas y de como voy ultimando los preparativos.

Odio las prisas, y aunque durante la carrera haya aprendido a cogerlas cariño (maratones de estudio a ultima hora y tal), prefiero llevarlo todo atadito ,poder hacerlo todo a mi ritmo y tener tiempo para reaccionar cuando esos inconvenientes que nadie quiere y siempre aparecen deciden llamar a mi puerta a la hora de salir de camino al aeropuerto.




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